27 junio 2012

Día Mundial del Sueño Feliz

Este viernes, 29 de junio, celebraremos el 1er "Día Mundial del Sueño Feliz", una iniciativa de mamás y papás blogueros, tuiteros y facebookeros que pretende reivindicar la importancia del sueño respetado, recalcando lo nocivo y antinatural de los métodos tiránicos conductivistas y propiciando un espacio para que compartamos nuestras historias y experiencias de sueño feliz, en familia, a través de una gran toma virtual en blogs y redes sociales.

Día Mundial del Sueño Feliz

Si quieres hacer parte de esta iniciativa, puedes participar de varias maneras: 


  1. Uneté al grupo de facebook y al evento.
  2. Si tienes un blog, anuncia esta inciativa con un post y publica otro el viernes 29 de junio contando tu experiencia de sueño feliz.
  3. Si tienes facebook, el día 29 de junio, cuelga mensajes, imágenes y enlaces de artículos a favor del colecho y estudios que rebatan el conductismo para dormir.
  4. Si tienes Twitter, el día 29 de junio utiliza masivamente el hashtag #DesmontandoaEstivill, para conseguir que sea Trending Topic ese día. Puedes tutear y RT enlaces (por ejemplo el artículo de Ibone Olza, o el de Ramón Soler y tantos otros) a periodistas, medios de comunicación, famosos pro apego, etc. También intercalar el hashtag #DiaMundialSueñoFeliz29J para que empiece a sonar bastante.  
A continuación comparto una lista de artículos y material que te puede servir como punto de partida y consulta para sacar ideas para compartir y apoyar en tus redes esta iniciativa:  
Que viva el sueño feliz y respetado de nuestros hijos!!



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25 junio 2012

Arita

Ad portas de los dos años, la media lengua de Sara se aclara un poco y toda clase de palabras comienzan a salir de su diminuta boca. Titi (Mickey), atón (ratón), Mimi (Mini), agua, taxi, gua-guau (perro), cato (gato), son algunas de sus favoritas. La explosión del lenguaje ha llegado y con ella, un afán irrefrenable de escucharlo y repetirlo todo, una y otra vez. 

Tengo que reconocer que yo estoy maravillada. Me encanta verla. Me descubro concentrada observándola, detallando, sus ademanes, adivinando sus palabras. Escuchando lo que dice con esmerada atención, con placer y profundo gusto. Descifrando sus conversaciones, que quiero grabar y que, para mi, están llenas de magia. Sintiendo una mezcla de orgullo y profunda ansiedad, por que saber que palabras, frases y oraciones llenas de sentido y significado muy pronto van a enriquecer nuestra relación, me emociona y me llena de ilusión.

Ella, por su parte, parece también cautivada, descubriendo día a día, de manera progresiva, sus nueva habilidades comunicativas. Por eso, no es extraño ver la acurrucada hablando sola mientras hace caras y agita las manos, repitiendo ademanes nuestros. O escucharla como pronuncia pequeños discursos a sus muñecos, mientras los acomoda en la cama, los besa y los arropa. O descubrir de repente, que ya sabe contar sola del 1 al 10. O derretirse de amor mientras intenta cantar la canción que ha escuchado mil veces en el televisor. O escuchar que a veces no dice "mamá" sino "aina" (Zarina) y que llama a su Papa diciendo "Ven Pabo, ven", y que cuando le preguntas: ¿tu como te llamas?, ella simplemente contesta: "Arita". 


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21 junio 2012

Mientras pensaba

La luz entraba por la ventana, tenue, cálida y frágil, iluminando sin querer el viejo ropero. Ella, aún tendida en la cama, comenzó a percibir que estaba amaneciendo, pero a pesar de que la claridad era cada vez mayor y consciente de que se le estaba haciendo tarde, decidió dormir un rato más. 

Cinco minutos después el despertador sonó. Lo 1ero que pasó por su mente fue: "hoy puede ser el día". Se sentó en la cama, se desperezó y sin abrir sus ojos, sonrió. Se dirigió a la cocina, y mientras caminaba, su mente divagaba con tranquilidad pero sin pausa. Ella no podía pensar en nada más. Tocaba su vientre redondo, grande y poderoso, y pensaba. Era cierto, hoy podría ser el momento, algo le decía que había llegado el día más anhelado. 

Mientras un número inmenso de emociones invadían su ser, pensaba y seguía pensando. Se sirvió una taza de té humeante y lo tomó de a pequeños sorbos, mientras el líquido tibio calentaba sus manos y también su alma. Pensaba y no podía dejar de pensar: "¿cómo será?, ¿qué será?", se preguntaba, y de repente comenzó a sentir como sus emociones explotaban como fuegos artificiales, brillando en mil colores. Sin aviso, el salón se inundo de agua clara, tibia. Agua que anunciaba vida.

                                           

Este cuento hace parte de la convocatoria "Cuentos con palabras" realizada por Bere de Por la vida.
Las invito a participar en esta interesante convocatoria con sus propias historias con palabras.

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18 junio 2012

Perdidas y ganancias

                                           Source: images.piccsy.com via Lisa on Pinterest


Husmeando por mis mensajes de facebook, me encontré con uno que escribí hace, más o menos, tres años, en uno de los momentos más difíciles que me ha tocado vivir: la perdida de mi bebé. Mi amiga, a la que le escribí en ese momento, enfrentaba también una etapa dolorosa: ver sufrir a los que amas, sin poder hacer absolutamente nada. 

Hoy, cuando el tiempo ha pasado y mi vida es otra, lo leo y mis sentimiento son diferentes. Me siento capaz de compartirlo con ustedes, con la certeza del dolor vivido y las cicatrices de un vacío inmenso, que siempre, siempre, guardaré en lo profundo de mi alma. Por que para mí ese diminuto bebé fue real, existió y lo fue todo. Y ahora vive en mí para siempre.

Y hoy, en parte gracias a él, sé que a pesar de todo, del tiempo, de los nuevos comienzos y de los finales felices, el "cuerpo" de nuestra existencia es un mar infinito lleno de momentos duros e inmensas felicidades, construido a punta de perdidas y ganancias que nos marcan, que nos cambian, que son reales y que nos hacen ser quienes somos, en este preciso instante.

5 de junio de 2009

Hola.
Lamento mucho la perdida de tu amiga. Me alegra mucho ser la parte buena de una noticia como esa. Entiendo perfectamente lo que dices cuando hablas de ilusiones y planes derrumbados en un segundo. Lamentablemente perdí el bebé hace 12 dias. Estuve incapacitada varios días, pero ya estoy mucho mejor, en todos los sentido.
Para bien o para mal, así es la vida. Y aunque ahora el dolor no nos permita entender ni visualizar con claridad por qué nos pasan ciertas cosas, el tiempo es el único que, poco a poco, nos descubre las razones de todo. Que bueno que tu amiga cuente contigo.
Quiero que sepas que tu mensaje también es una muy buena noticia para mi. 
Le doy tus saludos a mi esposo.
Un abrazo.
Zary.

14 junio 2012

Estamos listos!!!

Creo que ha llegado el momento. La observo, descubro como se expresa, las cosas que hace, las palabras que dice, como arma frases y razona como una niña y mi instinto de mamá me susurra al oído: ha llegado la hora de que Sara vaya al jardín. 

Si bien es cierto, que mi esposo y yo siempre habíamos pensado en escolarizarla solo hasta que cumpliera los tres años, vemos como la casa se le está quedando pequeña, como adora sus clases de estimulación, como disfruta con otros niños, como necesita salir, hacer otras cosas, tener más actividades, estimular su creatividad y aprender mucho más. 

Se que mi regreso al trabajo tiene mucho que ver en el tema. Sin duda Nelsy hace un excelente trabajo, pero además de atender a Sara tiene que limpiar la casa, hacer el almuerzo y algunas cosas más que no le permiten está dedicada 100% a Sara para explorar nuevos juegos y actividades con ella o para llevarla a diario al parque y otro montón de cosas que si hacía conmigo a diario. 

Por otro lado, Sara esta llena de energía, de ganas de aprender, con la imaginación al 100%. Repite todo, se inventa de todo y como no tiene suficiente orientación para canalizar toda su energía, hace travesura tras travesura, raya paredes, come crayolas, rompe revistas, esconde cosas, desarma teléfonos, desordena todo a su paso, se echa el yogurt encima, vuelve polvo mi maquillaje, trepa, trepa y trepa por todas partes... es un huracán imparable.

Por eso hemos decidido que a partir del próximo mes Sara va a asistir al jardín durante la mañana. Parece que es el momento: nosotros estamos listo y, al parecer, ella también. Además hemos encontrado el jardín que estábamos buscando. aeiotü es un lugar que no sólo se ajusta a nuestra idea de crianza sino que además es realmente lo que debe ser un preescolar para un niño: un lugar maravilloso que le permita ser y estar a sus anchas, que estimule su creatividad, donde aprenda jugando de acuerdo a sus propios ritmos e intereses, donde pueda experimentar, de manera natural, encontrándole sentido a las cosas, descubriendo el mundo y descubriendo a si mismo.

Entonces, es un hecho, estamos listos para dar este nuevo paso. Espero contarles como nos va con la adaptación a está nueva etapa, que estoy segura será una aventura increíble para todos. Dios mío, mi hija ya casi es una preescolar!!!! Cómo se pasa el tiempo!!!! ;)

PD: les recomiendo el siguiente artículo (que me parece bastante acertado) sobre las cosas que debemos tener en cuenta a la hora de escoger un buen jardín infantil para nuestros hijos. Seguro les será súper útil!


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11 junio 2012

Haciendo malabares

Estos días se me han ido como agua entre las manos. De hecho, desde que trabajo siento, más que nunca, que los días transcurren a una velocidad increíble. De lunes a viernes no me alcanza más que para lo estrictamente necesario: levantarme a las 6, arruncharme un rato con Sara, desayunar, bañarnos y salir corriendo para el trabajo; volver al medio día, almorzar y regresar a la oficina; estar en casa a las 7:00 p.m., comer algo, jugar un poco con la pequeña y ya está, se acabo el día y no logre hacer nada más. 

Los fines de semana, aunque no trabajo (o precisamente por que trabajo el resto de la semana) transcurren a un ritmo muy parecido: clases de natación, almuerzos, cumpleaños, invitaciones, vueltas varias, citas médicas, mercado... llega la noche del domingo y no se a que hora se acabó el fin de semana, por que el trajín fue tal, que estoy igual de cansada. Tal vez por eso me descubro, más a menudo de lo que quisiera, soñando despierta, en medio del trancón o de una reunión aburrida, pensando todo lo que podría hacer si los días tuvieran 36 horas o, mejor, si las semanas tuvieran diez días. Podría volver al gimnasio, escribiría todo lo que quiero en este blog, terminaría mi libro, pasaría más tiempo con Sara, la llevaría al parque y a sus clases, podría cocinar más, leer más, vivir más en lugar de soñar de más.  

Y si, estoy soñando de más, soñando con fuerza y sin intensiones de rendirme. Con unas ganas locas de unos minutos adicionales cada día que me sirvan para digerir la vida, para dejar de correr como loca de un lado para otro, para sentarme a degustar con calma un té, para ver crecer a Sara y enterarme directamente que ya sabe contar hasta 10, para poder disfrutar de un masaje sin mirar el reloj cada minuto, para caminar con pausa.

Pero como diría un amigo, "esto es lo que hay", y por ahora no me queda más que ingeniármelas haciendo malabares, estirando segundos, tratando de sacar tiempo de donde no existe para Sara y para mi, en medio de los días y las semanas que se van volando, con la certeza de que el tiempo, en que pueda comprar tiempo, llegará, porque sé, por experiencia, que los sueños, tarde o temprano se pueden volver realidad.


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04 junio 2012

La teoría de los 3 meses



Mi jefe tiene una teoría. Él dice que los 3 primeros meses de todo, de cualquier cosa nueva que hagamos en la vida, son tremendamente difíciles. Sin importar si estamos hablando de cambiarnos de casa o de país, o si el asunto tiene que ver con modificar nuestros hábitos alimenticios o con comenzar a ir al gimnasio, o si más bien son cosas del corazón y terminamos una relación, todos los cambios importantes, sin excepción, nos confrontan, nos desestabilizan, nos retan y nos cuestan mucho, muchísimo, al principio.

Sin embargo, de acuerdo con su teoría, una vez pasados estos difíciles 90 días, de repente, todo comienza a tomar su curso. Las piezas comienzan a encajar. Comenzamos a dominar la situación, a sentirnos cómodos y a gusto otra vez. Después de este periodo de tiempo, el mundo, nuestro universo, entra nuevamente, así no más, en el sendero de la normalidad. 

La verdad nunca lo había visto así. Pero desde el momento en que mi jefe me comentó su teoría, no he podido dejar de pensar que es cierta y que tiene toda la razón. De hecho, mientras conversábamos al respecto la semana pasada, no pude evitar recordar que cuando nació Sara, para mi, todo comenzó a tener sentido y lógica, solo 3 meses después

Y hoy, terminando mis 3 primeros meses con este nuevo trabajo, con este nuevo comienzo, con una nueva rutina, con un nuevo sentido de todo, de mi vida como mamá o, mejor, como mamá que trabaja, puedo decir que tenemos entre manos un buen balance. Como dice la teoría y se hace realidad en la práctica, nos costó. Separarnos fue realmente difícil. Pasar de estar siempre juntas, a vernos solo 4 o 5 horas en el día, fue un cambio brusco para ambas. Un cambio enorme que cada una manifestó, sufrió y superó a su manera. 

Además, el vértigo y la velocidad del trabajo me tomo por sorpresa. Después de estar casi dos años a mi propio ritmo, me sentí atropellada por una locomotora de responsabilidades, obligaciones y cosas por resolver. Enfrentarme de nuevo al estrés de la agencia, a su velocidad y tiempos de respuesta fue realmente abrumador. Fueron días y noches complejas, con la sensibilidad y los recuerdos a flor de piel, pensando demasiado, queriendo dejar de sentir y de pensar.

Pero hoy, ya han pasado 3 meses y las cosas son diferentes. Al parecer estamos del otro lado. No quiere decir que lo tenemos completamente superado, no. Aún se me arruga el corazón cuando la dejo en la mañana o cuando tiene mamitis aguda y quiere recordar nuestros tiempos de tardes enteras arrunchadas. Pero las cosas son diferentes. Los matices han cambiado. La fortaleza ha regresado ocupando el espacio de la culpa y de la tristeza inicial. Todo está de nuevo en su sitio, en el lugar correcto. Comienzo a encajar en la oficina. Sara se ve feliz y a gusto con la nueva rutina, con nuestros nuevos espacios y momentos. Se hace mayor y parece adaptarse mejor que yo a cualquier cambio. 

Por fortuna, hoy puedo decir otra vez, que todo tiene sentido 3 meses después. 

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